RENÉ OYARVIDE COBRABA EN VILLA DE POZOS Y TAMBIÉN EN EL CONGRESO
POR: CIUDADANOS OBSERVANDO
El improductivo y abusivo ex diputado local de San Luis Potosí, René Oyarvide Ibarra, tras terminar su etapa como legislador fue colocado (a inicios de octubre de 2024) como secretario del Concejo Municipal del nuevo municipio de Villa de Pozos, donde percibía 40 mil 200 pesos mensuales
Pero además, de octubre a diciembre de ese año estuvo cobrando 50 mil pesos mensuales como “auxiliar general administrativo” en el Congreso del Estado, en contubernio con el diputado Cuauhtli Badillo Moreno.
Es decir, en tres meses, René Oyarvide se embolsó 270 mil 600 pesos, más el aguinaldo proporcional.
De acuerdo al contrato LXIV-011-2024 que aparece publicado en la Plataforma Estatal de Transparencia, señala que tuvo una vigencia improrrogable del 16 de octubre de 2024 al 31 de diciembre de 2024, y explica que recibirá 50 mil 150 pesos mensuales menos impuestos.
Es importante recordar que, René Oyarvide fue secretario del Ayuntamiento en Ciudad Valles durante la administración de Adrián Esper Cárdenas.
Luego llegó a ser diputado local por la vía plurinominal.
Previo a concluir su encargo legislativo intentó brincar a ser Senador de la República en las pasadas elecciones, abanderado por el Partido del Trabajo, pero perdió.
Sin embargo, debido al pago de favores políticos, René Oyarvide fue impuesto como Secretario del Ayuntamiento en un municipio de reciente creación que ni conoce, y además se le dieron pagos de 50 mil pesos al mes en el congreso estatal.
Llama la atención que, en el contrato, en la cláusula sexta se señala que “el prestador” está obligado a no divulgar por medio de publicaciones, informes conferencias o en cualquier otra forma, los datos y resultados obtenidos por los servicios objeto de este contrato sin la autorización expresa de “el Poder Legislativo”.
Es decir, se tendrían que mantener ocultas las actividades y resultados de Oyarvide Ibarra en el Congreso, como auxiliar general.
Este es un acto deshonesto, irresponsable, fuera de toda ética, y nos deja ver el reparto del dinero público entre la clase política.